Cursus mauris varius

Sed imperdiet enim litora id etiam at lacus nulla, nostra facilisis leo maecenas bibendum aliquet.

Habitant donec vel a

Libero per platea nullam euismod molestie posuere hendrerit, eleifend libero justo cursus morbi.

Senectus hendrerit a

Pharetra primis sollicitudin eros ligula etiam per, class justo congue hendrerit porttitor.

Urna elit metus fusce ac purus


Dictumst nibh nec fames litora nec scelerisque etiam dui curabitur faucibus euismod pulvinar gravida

  • Orci curae
    Quisque id eleifend magna nostra maecenas est
  • Odio non a
    Donec rutrum pretium volutpat fringilla quis!
  • Ornare ad!
    Molestie nec lacinia proin cras curabitur nam

Historia del Ferrocarril


El primer servicio ferroviario en México se realizó en 1850, cubriendo el tramo de 13.6 km de longitud entre Veracruz-El Molino. Durante la presidencia del general Porfirio Díaz se le dio un fuerte impulso al ferrocarril, de hecho, la red ferroviaria se desarrolló hasta quedar casi como se encuentra en nuestros días.
El sistema fue básico para el transporte de personas y mercancías hasta la primera mitad del siglo XX.
En la actualidad, los ferrocarriles son útiles para transportar carga en grandes volúmenes a bajo costo. La red ferroviaria comunica entre sí las poblaciones más importantes y a éstas con los principales puertos y fronteras del país.
En 1995 se reforma el cuarto párrafo del Artículo 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Con esa modificación los ferrocarriles dejaron de ser área estratégica en manos exclusivas del Estado, sin perder el carácter de prioritario, para permitir la participación social y privada en dicha actividad. Después de analizar diferentes alternativas de apertura al sector privado, la SCT tomó la decisión de adoptar el modelo de segmentación regional de la red, para ser operada por empresas privadas integradas verticalmente.
Las licitaciones constituyeron la parte más compleja y prolongada del proceso. Las concesiones se otorgaron en primera instancia a empresas públicas regionales, en las que se subdividió FNM, expresamente constituidas, para luego vender las acciones representativas de las mismas a la empresa privada que ofreciera la mayor contraprestación para el Estado.
El patrimonio a licitar estuvo formado por el título de concesión para prestar servicio público de transporte ferroviario, y las locomotoras, equipo de arrastre y bienes necesarios para la operación. De acuerdo a la Ley Reglamentaria del Servicio Ferroviario, el Estado debe mantener en todo momento el dominio sobre las vías generales de comunicación. Por esa razón la infraestructura y el derecho de vía se reintegrarán a la Nación en buen estado operativo al término de las concesiones

La red ferroviaria nacional está dividida en tramos, operados por:

Compañías privadas

Empresa paraestatal

  • Kansas City Southern de México (antes Transportación Ferroviaria Mexicana, S.A. de C.V.).
  • Grupo Ferroviario Mexicano, S.A. de C.V. (Ferromex).
  • Ferrosur, S.A. de C.V.
  • Línea Coahuila-Durango, S.A. de C.V.
  • Compañía de Ferrocarriles Chiapas-Mayab, S.A. de C.V.
  • Ferrocarril y Terminal del Valle de México, S.A. de C.V.
  • Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec, S.A. de C.V.
 

Algunos tramos pequeños (que no están incluidos en las concesiones anteriores) son las líneas cortas, asignadas a los gobiernos estatales donde se ubican, para ofrecer el servicio de transporte a pasajeros:
• Aguascalientes: Adames-Peñuelas.
• Baja California: vía corta Tijuana-Tecate.
• Hidalgo: Pachuca-Tepa-San Agustín Irolo.

Asimismo, la empresa Ferrocarril Suburbano, S. A. de C. V. obtuvo la concesión para operar el tramo Buenavista-Cuautitlán para el servicio de transporte a pasajeros.
El sector ferroviario, mediante la participación decidida de las empresas concesionarias, usuarios del servicio de carga, trabajadores, proveedores, industria auxiliar ferroviaria y autoridades de la SCT, ha logrado cumplir con el objetivo de avanzar hacia un sistema ferroviario seguro, eficiente y competitivo, en beneficio de la sociedad y economía del país, propósito fundamental de su apertura a los particulares.
La privatización de los ferrocarriles mexicanos, a quince años de su iniciación, ha sido muy exitosa y marca un auténtico renacimiento de este indispensable medio de transporte.

El tráfico creció en ese lapso con un dinamismo sin precedentes; la calidad del servicio ha mejorado notablemente; y las nuevas empresas ferroviarias privadas obtienen utilidades, pagan impuestos (ISR) y una contraprestación anual conforme a la Ley Federal de Derechos.

Los principales beneficiarios directos de la apertura de las vías férreas al sector privado, son los usuarios del servicio de carga.

Las cuotas son altamente competitivas frente al autotransporte y se mantienen a los niveles que cobran los principales ferrocarriles norteamericanos para embarques similares.

El crecimiento del transporte de carga ha sido sostenido y ha registrado cambios relevantes en sus características y estructura. Entre 1995 y 2010 el volumen movilizado prácticamente se duplicó al pasar de 37,600 millones de toneladas-kilómetro a 78,800 millones de toneladas kilómetro, incrementándose al 5.1% anual en promedio.

El transporte ferroviario de mercancías creció en ese lapso en mayor proporción que la economía en su conjunto y que el transporte carretero de carga. Después de más de cincuenta años de ir en declive, la participación del ferrocarril en el mercado de transporte terrestre, a partir de su privatización, registró una notable recuperación, al pasar del 19% en 1995, al 25% en 2010.

Los ferrocarriles privados mexicanos han establecido una nueva cultura comercial, dirigida a satisfacer ampliamente las necesidades logísticas y de transporte de sus clientes.

El ferrocarril, es uno de los medios de transporte más seguros en el mundo. El mejoramiento de la seguridad operativa es uno de los logros más importantes desde que se inició la privatización del sector. Los accidentes generales a trenes se han reducido a la quinta parte, y los ocurridos en cruceros a nivel con carreteras y vialidades urbanas a menos de la mitad.

Los trabajadores ferrocarrileros han sido factor fundamental en el renacimiento de los ferrocarriles mexicanos. Aceptar los cambios y asimilar la nueva cultura laboral, basada en la disciplina y la productividad fue la clave del éxito.

Se ha incorporado a la filosofía de los trabajadores el concepto de calidad, el sentido de urgencia y la necesidad de operar en condiciones de seguridad, al tiempo de maximizar el aprovechamiento de los activos.

Las transformaciones tecnológicas y los nuevos sistemas operativos, obligaron a las administraciones ferroviarias privadas a dar alta prioridad a las tareas de capacitación del personal en todas las ramas de la actividad ferroviaria. La productividad de los trabajadores ferrocarrileros en el país se quintuplicó a partir del inicio de la privatización. 

El continuar el proceso de renacimiento de las vías férreas mexicanas, mediante la promoción de su desarrollo más acelerado y perseverancia en su modernización, constituye un reto y una meta prioritaria para el país.

Las empresas ferroviarias privadas y el gobierno deben prepararse para el futuro con un enfoque prospectivo y de largo plazo, a fin de garantizar la capacidad suficiente y hacer frente a la creciente demanda que se presentará.

La necesidad de ahorrar energéticos, reducir los costos de transporte, abatir el congestionamiento de las carreteras y disminuir las inversiones.
 

Habitasse adipiscing id purus!